Nadie duda de que el fútbol es uno de los deportes más practicados y famosos del mundo. Niños, adolescentes, adultos… muchas personas se
reúnen cada semana para jugar y compartir un buen rato disfrutando de este deporte.
Es posible que así, a bote pronto, pensemos que el mayor beneficio que nos produce el fútbol es diversión. Esto, en parte, es correcto, pero es
una verdad a medias, porque el fútbol no solo tiene ese beneficio, sino muchos otros más igual o más importantes, especialmente en los niños.
El deporte del balón es, posiblemente, el deporte estrella en edades tempranas. Todos hemos jugado partidos en el recreo, al salir de clase, en
las clases de gimnasia y educación física… Se trata de una actividad muy extendida que puede aportar beneficios para la salud y para el
desarrollo emocional de los niños.
Si hablamos de este segundo aspecto, el fútbol puede suponer una actividad muy positiva para la adquisición de valores. Este deporte
promueve el espíritu de superación, el trabajo en equipo, el esfuerzo en busca de un bien colectivo anteponiéndolo a intereses individuales. De esta forma, los niños pueden aprender a socializarse y a entender en qué consiste el trabajo en grupo y el esfuerzo.
Del mismo modo, el fútbol sirve para desarrollar y profundizar en el aprendizaje de otras capacidades mentales como es la propia capacidad
lógica. Durante un partido a un niño se le presentan numerosas ocasiones en las que tiene que pensar cuál es la jugada correcta y debe tomar
una decisión en base a la opción que sea mejor para sus intereses y los de su equipo (no olvidemos la parte colectiva). En este mismo plano
emocional, los niños aprenden a través del fútbol a ganar y a perder y, de ese modo, a comportarse como corresponde en cada ocasión: siendo respetuoso en la victoria y tolerando la frustración en la derrota.
Además, el fútbol puede ser un buen tratamiento para ciertos casos, como puede ser la hiperactividad infantil y el autismo o síndrome de
Asperger.
Por otro lado, las ventajas físicas del fútbol no por evidentes dejan de ser importantes, especialmente en niños y jóvenes. Al tratarse de una
actividad deportiva el esfuerzo físico es uno de los principales elementos que caracteriza al fútbol. En primer lugar, la mejora cardiovascular de las personas que lo practiquen será evidente y efectiva.
A nivel muscular, el fútbol supone un importante trabajo de piernas por lo que aumenta la potencia muscular de esa zona del cuerpo. Del
mismo modo, es un trabajo ideal para estimular la coordinación motora. Esto significa que los niños aprenden a controlar mejor su cuerpo,
ganan en equilibrio y fuerza.
Como se puede ver, el fútbol ofrece numerosos beneficios para los niños, no solo a niveles físicos, sino también educativos y formativos y es
tarea de los entrenadores y padres transmitir estos valores.
¿En qué podemos ayudarte? 